Bajo crecimiento y lento retroceso de la inflación: la economía global que enfrentará Boric este año
El PIB mundial subiría un 4,5% este 2022, según la OCDE. JPMorgan estima que en el primer semestre la actividad de EEUU repuntaría 3%, la de China 6% y la de América Latina 1,6%.
- T+
- T-
Un complejo panorama económico local recibirá el Presidente electo, Gabriel Boric, cuando llegue a La Moneda en marzo. El Producto Interno Bruto (PIB) crecería solo entre 1,5% y 2,5% y la inflación bajaría a 3,7%, según el Banco Central, en medio de un estrecho cuadro fiscal.
Fuera de las fronteras nacionales el escenario tampoco será fácil. El crecimiento global se desacelerará respecto a este año, de 5,6% a 4,5% estima la OCDE, pero con alta disparidad entre países.
La inflación habría llegado a su peak a fines de 2021 o lo haría en estos meses, para moderarse gradualmente. Entre los países OCDE el IPC seguiría sobre el 4% este 2022, según publicó en diciembre.
Capital Economics advierte que, aunque la inflación general caerá “drásticamente” este año que se inicia, el IPC subyacente -que excluye los precios volátiles de energía y alimentación- seguirá siendo más alto de lo que la mayoría anticipa en varias naciones. Esto implicaría, que los bancos centrales endurecerían su política este año, pero en algunos mercados a un ritmo más lento de lo que espera el mercado.
La consultora recuerda que la evolución de la pandemia será el “impulsor más importante” de lo que pase con la economía y el mercado. Asume que los contagios seguirán “fluyendo” y los gobiernos responderán a las nuevas variantes, aunque se asume que el impacto sería menor que en las fases iniciales de la pandemia. Con todo, la firma anticipa que “2022 será un año en el que el crecimiento económico decepcionará”.
Principales socios
De cara a este ejercicio, JP Morgan prevé dispares escenarios para los principales socios comerciales de Chile: mientras EEUU crecería 3% cada semestre, el PIB de China subiría 6% la primera mitad del año y 5,5% la segunda.
El banco de inversión define 2021 como “uno de los años más calientes para la inflación en las últimas décadas”, lo que implicó que durante todo el año las miradas se posaran sobre la Reserva Federal, algo que se mantendrá en 2022. En diciembre la Fed anunció que aceleraría la reducción de su plan de compra de bonos, con lo que se espera que el retiro termine en marzo.
También anticipó tres alzas de tasas de interés -anclada entre cero a 0,25% desde marzo de 2020-, algo que los bancos centrales del mundo estarán siguiendo de cerca.
Capital Economics prevé que en EEUU la demanda se mantenga fuerte este año, pero que las restricciones de oferta serán “un freno más firme a la producción de lo que la mayoría anticipa”.
La OCDE advierte que la desigual vacunación implica que los brotes de Covid-19 es un riesgo que podría retrasar la “normalización total de la actividad”.
La forma en que China está reaccionando a la expansión de nuevas variantes también es vista con preocupación. Capital Economics veque las estrategias “cero Covid” que implementan países como el gigante asiático llevará a una trayectoria “más volátil”.
El consenso del mercado es que China crecería sobre 5% este año, pero Bank of America (BofA) mira con cautela esta proyección. Advierte que el “obstáculo” de mantener el crecimiento por encima del 5% este año es “bastante alto” y, de hecho, prevé un alza de 4% del PIB.
El banco alerta de “fuertes vientos en contra” del repunte de la demanda interna, de la mano de un “muy débil” impulso de la inversión y de una lenta expansión del crédito.
A esto se suma que, según Wang Wentao, el ministro de Comercio de China, para el país será difícil mantener estable su crecimiento comercial durante el ejercicio que se inicia, ya que las condiciones que impulsaron los envíos en 2021 no se sostendrían.
Inyección de refuerzo
JP Morgan prevé que América Latina repunte 1,6% este primer semestre y solo 1% el segundo. Goldman Sachs espera un alza de 2% para el año, pero dice que el crecimiento de la región necesita una “inyección de refuerzo”.
Este saldo “modesto” respondería a los rendimientos marginales “rápidamente” decrecientes de la reapertura, la alta inflación que se moderaría con gradualidad, aunque seguiría todo el año sobre el objetivo, el endurecimiento de las políticas fiscales y monetarias, un impulso externo “más suave” y una mayor incertidumbre política, que pesaría sobre las decisiones de gasto.
Este panorama plantea Alberto Ramos, economista jefe para Latinoamérica del banco, en un informe reciente, en el que destacó que el PIB debería beneficiarse del gasto privado reprimido y la “reconstrucción del inventario empresarial”.
“Si bien la recuperación de la pandemia es en cierta medida aún incompleta y desigual -aún hay espacio para crecer-, América Latina parece destinada a regresar en 2022 a la senda de crecimiento bajo o modesto que estaba siguiendo antes de la pandemia”, alerta Ramos.